Durante el verano de 2016 estuvimos buscando durante días un prado con las
garantías necesarias para montar un tobogán gigante con agua. El lugar
finalmente elegido estuvo muy cerca de las piscinas municipales, justo por
debajo del aparcamiento y la diversión estuvo más que asegurada.
Este año
hemos vuelto a buscar una nueva ubicación y hemos de reconocer que nos ha
gustado incluso más. Se trata de una
iniciativa organizada en colaboración con los vecinos que prestan sus alpacas y tractores dirigida a los más pequeños para que disfruten durante unas
horas. Os dejamos algunas fotografías
para qué veáis qué sencillo es hacerlo y qué bien nos lo pasamos.