jueves, 29 de febrero de 2024

TRES VECINOS DE JUZBADO CONTRIBUYEN A LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO INMATERIAL DE SALAMANCA

El 18 de julio de 2016 debió ser un día que recuerdan muy bien Rufino Fuentes Sánchez, Andrés Fagúndez García y Joaquín Fagúndez García.  Aquel día, seguramente caluroso, del verano de 2016 visitó Juzbado José Luis Puerto, autor del libro Leyendas de tradición oral en la provincia de Salamanca (Instituto de las Identidades, Diputación de Salamanca, 2018). Y, a juzgar por la transcripción de las conversaciones que mantuvo el poeta, ensayista y editor salmantino, premio Castilla y León de las letras, con nuestros vecinos, debió ser un encuentro agradable, cercano y lleno de aprendizajes y enseñadas para unos y para otros.

A lo largo de más de 600 páginas, José Luis Puerto aborda un conjunto variopintas temáticas en torno a la antropología de la leyenda y la tradición que recorre no solo con elocuentes y eruditos prolegómenos, sino que lo hace fundamentalmente con los testimonios de vecinos y vecinas de más de 200 pueblos de la provincia de Salamanca (recordemos que en Salamanca hay 362 pueblos).  Sin duda, una declaración de principios, incuestionable y muy pertinente, dada la rápida transformación de nuestras sociedades durante las últimas décadas con valores cada vez más efímero y volátiles.  Afortunadamente, tres de nuestros vecinos más queridos -convertidos en “informantes”-pudieron participar en esta obra imprescindible de la identidad colectiva salmantina.   

Los testimonios que salpican las páginas de este tratado enciclopédico arrojan anécdotas, relatos y constataciones de diversas leyendas y creencias que, gracias también a nuestros sabios, permanecerán recogidas para siempre.  Son, además, exclusivas del imaginario juzbadino y, por lo tanto, parte indisoluble de nuestro pueblo.  Se trata de un patrimonio inmaterial, de tradición (y transmisión) oral, que no se puede palpar pero que, paradójicamente, se nos escurre entre los dedos a medida que vamos perdiendo a los vecinos mayores.  Por eso, la recopilación de estos valiosos testimonios, que generación tras generación han permanecido vivos hasta nuestros días, es un trabajo que debemos reconocer y agradecer.  Ello permite mantener vigente el legado identitario de nuestros pueblos y de sus habitantes.  En definitiva, la memoria de nuestros padres y madres y de nuestros abuelos y abuelas…

Os invitamos a leer detenidamente este libro y, si os tropezáis con los testimonios de Rufino, Joaqui y Andrés, no será una coincidencia. Ellos tuvieron el privilegio de contarlo en el verano de 2016 y por eso les damos a ellos también las gracias.  Por supuesto, está a vuestra disposición en la biblioteca municipal de Juzbado