Hay
un libro abierto a todos los ojos, el de la
Naturaleza.
Émile,
Jean-Jacques Rousseau
En un intento de aunar la literatura con la
naturaleza, Juzbado Libro Abierto inicia su trayectoria el 17 de mayo de
2008. En aquella primera ocasión el poeta leonés afincado en Salamanca
Antonio Colinas (Premio Nacional de Literatura 1982 y Premio Castilla León de
las Letras 1998 y Premio Reina Sofia de poesía Iberoamericana 2016) leyó uno de sus poemas "La hora del agua" grabado en
una placa situada en la Fuente
Nueva, restaurada meses antes.
Desde entonces, en distintos rincones del pueblo van
quedando colocadas placas con poemas grabados. Se trata de versos escritos por
algunos de los más grandes poetas de la lengua española de España e Iberoamérica. La idea fundamental, del gusto de los poetas
a quienes hemos requerido, parte de un concepto inusualmente abierto a la
lectura y, especialmente, de la poesía. Se trata de la manifestación
pública más evidente del trabajo del ayuntamiento en la promoción de lectura,
vinculándola con los espacios de "estar" y de "pasar", permitiendo que los lectores-paseantes
acaben tomando consciencia de una coherencia estética y literaria de su entorno.
En el año 2009 Gonzalo Rojas, que no pudo
asistir porque falleció poco antes de viajar a Juzbado, nos bendijo desde Chile
el Libro Abierto. Al año siguiente entablamos amistad con Antonio
Gamoneda.
En 2011 asistieron
juntos Juan Carlos Mestre de la mano
de Antonio Gamoneda.
En el año 2012 nos visitaron Félix Grande (fallece el 30 de
enero de 2014) y Francisca Aguirre, ambos,
premios nacionales de poesía.
En 2013, nos
acompañaron los poetas Francisco Brines (Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana 2010, Premio Nacional de las Letras Españolas 1999 y Premio
Nacional de Literatura 1987) y Carlos Marzal (Premio de la Crítica de poesía
Castellana 2001 y Premio Nacional de Poesía 2002) y, de nuevo, Antonio Colinas.
Al año siguiente acuden a nuestra cita los poetas Pablo García Baena (Premio Reina Sofía de Poesía iberoamericana 2008, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1984) que fallece en enero de 2018 y Antonio Hernández (Premio Adonáis, Premio Nacional de la Crítica 1994 y 2014, Premio Andalucía de Novela).
En 2015 tenemos la
oportunidad de conocer de cerca al chileno Raúl Zurita (Premio Pablo
Neruda y Premio nacional de Literatura Chilena) al que acompaña de nuevo
Antonio Gamoneda.
El año 2016 nos dejan sus versos Joaquín Araújo (Premio Nacional de Medio Ambiente y Global 500 de la ONU) acompañado de Raúl Vacas (nuestro poeta de referencia en Salamanca) y también María Victoria Atencia (en 2014 se alzó con el XXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, siendo la cuarta mujer en conseguirlo y la primera española) y Chantal Maillard (Premio Nacional de Poesía 2004 y Premio Nacional de la Crítica 2007).
El año pasado 2017, tuvimos la suerte de recibir al poeta chileno Óscar Hahn y al poeta andaluz Jenaro Talens (Premio Internacional Loewe de poesía 1997, Premio de Poesía Villa de Madrid 2002 y el Premio de la Crítica de Andalucía 2003).
La ubicación de las placas no es desde luego arbitraria. Responde a varios objetivos. Por un lado buscar el simbolismo y complementariedad de espacios públicos del pueblo. Por otro, atraer la mirada hacia espacios nunca antes llamativos o apreciados por el observador.
El significado simbólico de Juzbado, libro abierto alcanza su culmen en la atalaya granítica conocida como Peña del Castillo, entorno rocoso salpicado de miradores con poemas entre almendros y olivos. Una realidad donde la literatura y la evocación poética tienen mucho que ver con la lectura del paisaje, el aprendizaje y, por tanto, el respeto hacia el mundo en que vivimos. La grata sensación de abandono que puede sentir el lector dejándose llevar por la poesía en un entorno tan hermoso y sosegado, nos acerca a los anhelos de encuentro con la naturaleza y con la felicidad filosófica que Rousseau expresa en Las ensoñaciones del caminante solitario.
Es en este entorno de simbiosis entre poesía y naturaleza donde cobra pleno sentido el añadido final que nos sugirió el profesor Valentín Cabero Diéguez (Universidad de Salamanca) para el nombre del proyecto: Juzbado, libro abierto del paisaje.