El pueblo de Juzbado se unió la semana pasada a la campaña que decenas de pueblos a lo largo y ancho de la provincia de Salamanca han puesto en marcha contra la reforma de la sanidad rural que quiere implantar la Junta de Castilla y León. La campaña se denomina “NUESTRO MÉDICO SE QUEDA: contra la reforma de la sanidad rural de JCyL, en defensa de médicos/as y enfermeros/as en todos los consultorios”. Son ya más de 50 pueblos en nuestra provincia (la cifra aumenta con los días) que han colocado una pancarta a la puerta de sus consultorios o en las fachadas de los ayuntamientos mostrando su desacuerdo con una reforma que pretende hacer desaparecer muchos de los consultorios locales de los pueblos de toda Castilla y León.
El documento marco que ha presentado la Consejería deSanidad de la Junta de Castilla y León establece que se mantendrán los centros de salud y además se crearán unos pocos, muy pocos y que denominarán CRA (Consultorios Rurales Agrupados) solo en algunos pueblos. De ellos dependerán la inmensa mayoría de consultorios rurales limítrofes, los que pasan a llamarse Consultorios de Proximidad (C-PROX). En estos consultorios de proximidad no habrá consulta semanal programada, es decir, no irán ni médicos ni enfermeras a las horas de consulta en el horario establecido, tal y como sucede ahora. Los profesionales sanitarios sólo acudirán al consultorio previa cita concertada o a petición (telefónica, telemática…) del paciente.
En resumen, se llevan los médicos y enfermeras de los pueblos. Desde la Junta se perpetra esta salvajada contra el medio rural y sin embargo se esfuerza en decir que no se cerrarán consultorios. Por mucho que se empeñenen engañarnos, la realidad es tozuda: un consultorio médico sin médico no es un consultorio. Además, demuestran tener mucha cara, porque los consultorios locales no son titularidad de la JCyL, sino de los ayuntamientos, por lo que no tienen potestad para cerrarlos, pero sí para despojarlos de profesionales y someterlos al abandono y la inutilidad.
En cuanto a los pueblos donde sí haya centro de salud, o en aquéllos –poquísimos y de cierto tamaño- que puedan ser agraciados con la creación de un CRA (Consultorios Rurales Agrupados), tanto unos como otros se verán afectados de manera clara y directa, ya que los médicos rurales (y el personal de enfermería, claro) están adscritos a centros de salud, que verán mermadas sus plantillas y reducida su acción comarcal. Es decir, que cuando quitan médicos de los municipios pequeños (casi todos), quitan necesariamente médicos de los actuales centros de salud y despojan a nuestros territorios de uno de los servicios más esenciales para que nos mantengamos en los pueblos. Por supuesto, no hay mayor incoherencia que hablar de lucha contra la despoblación rural y agredirnos de una forma tan brutal.
Es fundamental hacernos ver y oír, y que se escuche a los pueblos. Así que Juzbado y muchos otros pueblos arranca el año colocando una pancarta con el lema NUESTRO MÉDICO SE QUEDA.